domingo, 15 de septiembre de 2013

La magia que crea un corazón roto. El "Claro de Luna", de Beethoven.


Una historia de amor (y desamor) puede ser el combustible para lograr las mejores creaciones hechas por el ser humano. Una poesía musical desesperada y dolorida, que nace del corazón en llamas de un genio de la música, con un mensaje que conecta regiones tan inexploradas de nuestro espíritu que resulta muy difícil plasmar esto en palabras. Es solo una aproximación al famoso "Claro de Luna" de Beethoven, que esta rodeado por una enorme mítica acerca de su origen y significado. Quizás lo que lo hace mas mágico es que cada oído podrá darle un sentido diferente, y es que de eso se trata el arte. 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Ayudante de vocación

Entre tanta destrucción, entre tanto egoísmo de personas incivilizadas a las que no les importa más que sus propios intereses, de personas que para lo único que vinieron a este mundo, es para dejar su huella destructiva, y nada más, entre tanta desolación e impotencia por saber que se están perdiendo vidas inocentes de animales que no tienen la culpa de que les deforestemos sus hábitats y acabemos con sus ya cortos e insuficientes espacios de flora autóctona, en medio de todo esto, aparecen luces de esperanza.

Su nombre es Marcelo Yzurieta. Músico, editor y productor sonoro, defensor de los animales, padre, esposo y también bombero. Pansi, como lo llamamos sus amigos, es de esas personas que disfrutan haciendo el bien por los demás. Junto a su compañera de vida Itati, hombro a hombro, combaten la desigualdad y las injusticias, están ahí arreglando una porción de la destrucción que hacemos cada día. Tati es presidenta de una asociación protectora de animales, y trabaja incansablemente dentro y fuera de su casa salvando animales que tienen la suerte de caer en sus manos. Los dos juntos, representan el lado de la humanidad que queremos, que alienta, que nos ejemplifica con la acción y no con las palabras. El tipo de gente que hace falta en estos tiempos de tanta desolación.

Hoy Pansi está poniendo su cuerpo y alma para apagar los incendios de las sierras de Córdoba. Imagino su entrega total y absoluta, porque se alistó en el cuerpo de bomberos sólo por esta razón, porque sabe la destrucción que conlleva cada incendio y no quiere quedarse de brazos cruzados. Es el tipo de personas que traen esperanza a nuestra egoísta y contaminada especie humana. Es el tipo de gente que en panoramas como el que tenemos hoy, nos llena de esperanza, un manto de agua entre las llamas.

Gracias amigo querido por arriesgar tu vida. Gracias por estar ahí. Gracias por darnos motivos para creer que no todo está perdido.

lunes, 9 de septiembre de 2013

La vida es un caleidoscopio

No importa cuántas veces intentes repetir una misma visión. Cuando miras por un caleidoscopio, nunca una imagen va a volver a ser la misma ya que, lo que ves depende de la cantidad de luz que tenés y de la posición en la que ubicas el caleidoscopio mientras miras. Es una metáfora que aplica a la vida misma, al modo en que la vemos los seres humanos.

Recuerdo que el primer día de clases en mi facultad, un profe dijo algo que me quedo grabado por el resto de la carrera: Si pongo al frente de ustedes una simple silla ¿Todos van a ver lo mismo? Pues no: Un ingeniero va a ver una estructura que sirve para que las personas se sienten, un odontólogo va a ver un instrumento de trabajo para atender a sus pacientes, un carpintero va a ver su trabajo terminado, y así sucesivamente. Todas son diferentes y todas son ciertas. Son diferentes visiones sobre un mismo objeto. Entonces ¿Cuál es la verdadera noción de lo real? ¿Quién tiene la razón ante un mismo hecho?
A veces nos olvidamos que vemos el mundo desde dos agujeritos tan chiquitos como nuestros ojos, y creemos que lo que nos dejan ver es la realidad tal cual es, todo lo que existe, las cosas tal cual son. Por eso debería ser un ejercicio, casi constante, el de tratar de mirar con otros ojos -cuantos más mejor- para tener una visión más completa de las cosas. Sin olvidarnos que esos agujeritos chiquitos que tenemos para ver, siempre y necesariamente, van a hacer un recorte de lo que está frente a nosotros.

Nada es absoluto, así que no esta mal si interpretamos la vida como un caleidoscopio. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Sacudiendo el polvo

Estuve pensando si comenzar por el final, por el medio, o por el principio. Y como hacer para no enredar la historia que pasó en estos 5 años desde la ultima publicación en mi tan amado blog.
Mejor comienzo contando que hace un mes que estoy viviendo en Buenos Aires, y quizás estos nuevos vientos trajeron ganas de amigarme con la inquietud de persona que fui hace un tiempo. La curiosidad, el cuestionamiento, el humor, el sarcasmo eran parte de la Mafalda con la que me identifique en aquel momento. Voy a aventurarme a ver que encuentro en esta etapa.
Pensé en borrar algunas entradas viejas ya que, probablemente estén mal escritas y que también haya cosas que hoy ya no las pienso así -sobre todo en lo que respecta al pensamiento animalista, punto sobre el cual probablemente sea muy redundante en futuras entradas-.
La cuestión es que decidí dejar las publicaciones viejas para que hagan de contraste con las que vengan y para recordarme, quizás, la forma de pensar que tenia entonces.
En este tiempo "salí del closet" en varios aspectos. Me hice vegetariana y activista por los derechos animales, y también rompí varios moldes que habían forjado mis cortos años de existencia. Sólo después que pude romper y salir de esas estructuras, me di con que tampoco me gustan las banderas, porque nada es definitivo y absoluto, estamos en un constante proceso evolutivo, como organismos vivos que somos. Y eso incluye desde la propia forma de pensar y actuar, hasta el modo en que elegimos las cosas que queremos para nuestra vida. Romper los moldes, y no rotularme, es la forma que encontré para posicionarme dentro de esta sociedad de la cual me siento una minoría entre minorías.
Podria decir que de acuerdo a mi percepción de la realidad, los treinta años son una etapa bisagra; de balances de lo hecho hasta ahora, y de balances de hacia donde vamos con lo que hicimos. Razón por la cual quizás muchos entren en la #crisisdelostreinta -aunque me juego a ser sexista en este sentido y apostar que es el sexo femenino el mayor postor de incluidos para este hashtag-. Es una edad donde se supone que ya transitamos caminos que nos hicieron definir de que manera podemos servir a la sociedad, o que al menos ya hemos encontrado nuestro lugar.
Pues no. Soy parte del grupo que aún no sabe cuál es su lugar.
Cinco años después, retomo los temas pendientes que me inquietan y movilizan.
Salud por el regreso.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Tratando de entender la ironía injustificada: El asesino que se autodenomina artista


Hace unos días me enteré de una brutal noticia. Sumé mi firma para boicotear a Guillermo Vargas, un ser nefasto –erróneamente- autodenominado artista, que en una exposición de Arte del año pasado presentó como obra a un perro secuestrado de la calle, lo ató y al frente le puso la frase “Eres lo que lees”, escrita con comida de perro. Previa a la inauguración de su obra, en una vasija se quemó crack y marihuana (…) y durante la exposición se pasó de fondo, el Himno Sandinista… al revés.

Este proyecto de ser humano, si amerita llamarlo así porque decirle “proyecto” creo que le queda grande, evidentemente no sabe lo que es arte. Quizás mi falta de conocimiento en la materia me limite a entender siquiera la conexión en el mensaje que intentó transmitir: quemar droga, poner un Himno Revolucionario al revés (¿?), atar a un indefenso animal secuestrado y dejarlo morir de hambre en una triste agonía. “El perro iba a morir de todas formas, estaba enfermo y en Nicaragua (país en el que se realizó la exposición) esta lleno de perros en las mismas condiciones” se limitó a decir esta porquería.

Y para aumentarle mas ironía a su mensaje, bautizó a su victima como Natividad, en homenaje a Natividad Canda, un indigente que fue prácticamente comido vivo por dos perros luego de ingresar a una fabrica.

En este instante se me vienen dos planos a la cabeza:

lunes, 25 de febrero de 2008

Quisiera estar ahi


No se que tipo de "masoquismo" tengo, porque a esta foto la puse como fondo de escritorio de la PC de mi laburo, y gracias a ella cada mañana puedo sentir, o imaginarme el olor a la lluvia y la sensación que se siente desde la ventana de mi casa de El Rodeo (una villa veraniega en mis pagos) cada vez que llueve.
Es que la foto resume dos cosas que me llenan de sensaciones buenas: La lluvia y mi casa... bueno, "mi casa" no se hasta cuando, imagino será hasta que llegue un comprador entusiasmado dispuesto a pagar la suma que piden.
Mientras, esta foto es mi homenaje diario.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mi lista pendiente

Hace rato que tengo ganas de hacer una lista de las cosas que mas me molestan y las que mas me gustan. Así a secas, ni mas ni menos, enumerando como si fuese uno de esos forwards que te llegan en el correo pero hecho a mi gusto y conveniencia. Aquí va:

Que me molestan (y mucho):

- Cuando voy apurada por la calle, después de un chaparrón, y piso una baldosa floja que hace que salte un chorro de agua, muy caliente y sucia, a mi otro pie. Me pone loca, porque no puedo evitar pensar en que ese agua esta infectada de toda la mugre y suciedad juntada de la calle, léase: escupidas, salpicadas, popos de perros, restos de comida y tantas otras cochinadas.

- El ajo. Lo detesto, lo odio, y si pudiera haría una campaña masiva y mundial para exterminarlo de la faz de la tierra. Odio comerlo y odio a la gente que lo come, no porque lo coma en si, sino porque después el olor es imposible de desaparecer por mas chicle o caramelo de menta que intente taparlo.

- Saludar por cortesía al bajar o subir de un ascensor y no escuchar respuesta alguna. Está bien que todos tenemos nuestros días, pero que carajo cuesta contestar un simple “hola”???.

- Tres palabras que no deberían estar ni siquiera en el diccionario: “CORTICOIDES”, “ANTIBIOTICOS” y “CORTE Y CONFECCIÓN”. No es por lo que significan, sino por como suenan, las detesto, las odio.

- El ruido que hacen las bolsas de nylon. Un ejemplo: Ir viajando en un colectivo de noche, y sentir que alguien abre una bolsa y hurguetea vaya a saber que cosa. Para mi las bolsas son para la basura y nada mas, no para transportar cosas, para eso existen las que no hacen ruido, como las de cartón o un simple bolso.

- No encontrar lo que busco y sobre todo cuando estoy apurada. El ejemplo mas significativo es el celular: Estoy saliendo (apurada para variar) y dejo la puerta abierta del ascensor convencida de que está acá nomas, pero al final, ando a las corridas y mas de una patinada y al no encontrarlo, me resigno por volver a cerrar la puerta y buscarlo con mas calma. Recién ahí aparece el infeliz y estaba al frente de mis ojos.

Cosas que quizás no tengan mucho sentido, pero logran ponerme los pelos de punta. Seguro me olvido de alguna, pero quién no tiene esas pequeñísimas molestias cotidianas?

Pasamos a las buenas, que me encantan:


- La lluvia, sobre todo la de verano y en el campo, torrencial, bestial, con rayos y truenos. Simplemente cambia mi estado de ánimo, me sale la nenita de 8 años y me dan ganas de ir a saltar en los charquitos que se van formando y sentir como cae sobre mi y me empapa toda la ropa.

- Escuchar una canción que hacía mucho no escuchaba y que en su momento fue un icono para mi. No importa el género, pero la mayoría de las canciones que entran en este punto me renuevan, me inspiran.

- El olor que hay en mi casa, o mejor dicho que había. De chiquita estaba convencida (y lo estoy) que todas las casas tienen un olor que las distingue del resto, y el olor que había al entrar al zaguán de la mía era único.

- Escuchar cuando un grupo de gente canta algo que las une. Por ejemplo el himno (no en cualquier lado, ahora esta de moda cantarlo en cuanta manifestación haya), sino en un contexto… llamémosle patrio. Simplemente me emociona. De chiquita iba siempre a una procesión de la Virgen, en donde se llenaba de peregrinos y cuando la entraban a la Catedral todos le cantaban su canción, creo que al ver a la gente grande ser tan devota y llorar de emoción hizo que me sensibilice hacia este tipo de costumbres.

Uf… seguiría con tantas otras cosas, pero se me está haciendo interminable. Así que dejo mi lista acá. Creo que en la simplicidad de las cosas cotidianas muchas veces encontramos detalles que nos llenan o que nos pueden cambiar el humor. Lo bueno es saber reconocerlas y confesarlas, por más vergonzosas que sean.

miércoles, 30 de enero de 2008

I´m back!

Pucha che... Paso tanto que no se ni por donde empezar. Para no enredarla tanto diría que desaparecí, como le comente a Muzza, porque el fin de año me agarro con miles de cuestiones que hicieron que mis distracciones se dificulten. Cuando me quise dar cuenta ya habían pasado los brindis festivos, mis micros vacaciones y mi vuelta a la rutina. Y por una cosa o por la otra evitaba entrar de nuevo a mi blog porque sabia que me iba a dar mucha pena, culpa, o ese sentimiento extraño que uno siente cuando deja cosas por hacer...

A este blog lo nombre justamente TEMAS PENDIENTES, no solo por querer escribir sobre todo lo que creo que "pende", sino porque cuando lo empecé, me propuse comenzar una especie de anotador, diario íntimo y demases, sobre cosas que sentía la necesidad de expresar o de hacer. Y así fue.
Pero con el tiempo descubrí (como era de esperar) que para tener un blog medianamente decente, había que dedicarle tiempo, cosa que en mi vida muchas veces falta. Bueno, no soy la PresidentA (con A, como dice Lady Crist), pero a veces me desordeno un poco y dejo vilmente a esta pequeñísima e insignificante creación en medio del cosmos cibernético, navegando solita entre tanta inmensidad… pobrecita.
Por eso aquí estoy, iba a volver tarde o temprano, y hoy me dieron ganas.
Prometo que el próximo post no va a ser tan efímero como este, pero es un buen comienzo.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Indiferencia



Me pregunto porqué será que hay tantas cosas que vemos diariamente y que atinamos a ignorar. Seguramente una respuesta rápida sería pensar que armamos una especie de coraza que nos aísla (o incluso nos protege) de lo que le pasa al otro.

O el hecho de ver tantas veces la miseria que hay dando vueltas hace que ya nos parezca hasta normal, nos acostumbramos a vivir con eso porque sino no podemos vivir directamente. Si ya estamos -seguramente- tapados de problemas o asuntos personales... qué nos vamos a hacer mala sangre por lo que les pasa al resto... no?

Yo lo siento así y no pretendo ser la salvadora del mundo, al contrario, a veces siento que el mundo me ataca y no me da márgenes de cosas buenas. Como muchas otras veces siento que el mundo esta loco, o todos estamos locos, o que el mismo ser humano esta loco... pero me acostumbro a vivir con eso, y termina siendo -por supuesto- "normal".

Es una autocritica hacia mi misma, porque tampoco ando por la vida peleando por los derechos de los animales, y de los chicos, porque se que no alcanza... Es todo un engranaje cultural, capitalista y tantas otras sarta de cuestiones que dan para escribir y analizar por miles de ramas. Y yo no soy analista, ni especialista. Soy una ciudadana más de este mundo. Y mi mundo es el que veo diariamente en mi ámbito. Y a pesar de que me duelen las cosas terroríficas que pasan al otro lado del planeta, lo vivo en carne propia en lo cotidiano, en la cuidad donde vivo, en los lugares en los que me muevo. Es que si me paro a pensar está en todos lados... La indiferencia. Acaso yo misma soy parte de eso? Acaso yo misma no termino siendo indiferente con ese tipo de cosas?

A veces me pasa que, en lo que yo llamaría "un momento kodak"(frase tomada gracias a lo que el marketing produce en mi, algo así como la inyección de la aguja hipodérmica en mi cabeza), me bajo por un momento de esa nube de indiferencia de la que formo parte, y decido hacer algo.

Aunque sea poco, chiquito, insignificante, me lo dice de alguna manera una sensación corporal (como diría mi psicóloga, esas sensaciones que el físico transmite, de que tenemos que tomar cierto camino y no otro, algo así como una corazonada). Es lo que me pasó con los animales, tema que ocupó las primeras palabras de mi blog, tema que ocupa mi cabeza y mi corazón desde que tengo uso de razón. Y es lo que me pasó el otro día con una nenita cartonera, no sé que fue pero me conmovió, algo me movió. Quizás me vi a mi misma haciendo lo que estaba haciendo ella, en vez de estar jugando o haciendo cosas de chicos. El click "kodak" fue una mínima sonrisa que me hizo, que bastó para bajarme de un hondazo de mi paso apurado, y quedarme con esa sensación de cercanía, identificación, instinto de protección.

Después que le compre y le di una bolsa de caramelos, sentí lo que mas de uno habrá sentido alguna vez que hizo alguna "buena acción": No le solucione la vida pero al menos le di una alegría.
Pero no es suficiente, eso está claro. No se puede ir en contra de algo que ya está formado y que ya es así, que forma parte de lo normal para todos los que alguna vez nos paramos y hacemos algo. Sea por un chico, sea por un animal, sea por defender o dar una alegría a alguien que no la puede tener por sus propios medios, a alguien indefenso y puro como un ser así.

Es que si me tengo que parar en todo lo que veo, dejo de tener vida propia. Y suena egoísta no? Pero es así, sino te volves loca. Entonces sigue la cadena. No se puede salvar el mundo por una buena acción... a lo sumo salvar el propio mundo interno que cada uno tiene, aunque sea por un rato.

martes, 6 de noviembre de 2007

martes, 30 de octubre de 2007

Vendida


Con la misma rapidez que pega el martillo en una subasta, con la fugacidad que tarda en moverse la bolilla de la punta de la lapicera para hacer una firma y cerrar un boleto de compra venta, con una rapidez de la que no estaba tan preparada... pasa la casa donde naci y crecí, a manos ajenas.
Quien sabe, quizás tus nuevos dueños te sepan llenar mas de vida que lo que llevas en los últimos años, quizás te arreglen y pinten como siempre quisiste, para verte linda... aunque para mi siempre vas a ser la mas linda de la cuadra.

Quien sabe cuantas anécdotas nuevas tendrás por contar con tu nueva gente extraña. Aunque seguramente no van a ser como las nuestras, no no, como esas nunca mas vas a tener.

De cuantas cosas fueron testigos tus paredes: los primeros pasos de cada uno de los chicos que albergaste, esos mismos que ya hoy son grandes y que de vez en cuando te visitan, esos mismos que hoy se juntan después de tantos años para disfrutar de tu luz y tu espacio una ultima vez.

La de travesuras que te hicieron, la de rayadas y "obras de arte" en tus paredes que solo el tiempo supo tapar. Y como olvidar la "Choza de la Alegría" que fue motivo de visita obligada de todos los chicos de la cuadra!!!! El techito a donde nos subíamos a la siesta para poder hacer lo que quisiéramos sin tener que ser puestos en penitencia.
Fuiste testigo de cada uno de nuestros pasos, desde nuestro nacimiento, de nuestro crecimiento(y que rápido crecimiento!), y por supuesto después...de la partida de cada uno de nosotros.

Lamentablemente, a pesar de que seguiste de pie con la cabeza de la familia, la vida y la luz ya nunca volvió a ser la misma.

Y ahora en cuestión de segundos dejas de ser nuestra, y pasas a formar parte de la historia. Bastó sólo con una maniobra: un apretón de manos, una firma y hasta luego.
Se va mi infancia, la cuna de mis recuerdos, se me va así... mi casa.

martes, 23 de octubre de 2007

Me gusta cuando callas...

En estas dos ultimas semanas no tuve tiempo para nada. Y me da tanta pena abandonar el blog que no puedo resistirme a -aunque sea- escribir lo que me sale en este momento de cansancio arrastrado.

Estuve por mis pagos natales, después de muuucho tiempo de no haber ido, y por primera vez, creo que desde que estoy viviendo en Córdoba, la pasé excelentemente bien. No sólo porque tuve un casamiento que de más esta decir que estuvo genial, sino porque me encontré con gente que hacía AÑOS que no veía.

Es la típica esa frase. Pero es verdad, cargarse de afectos lejanos de vez en cuando esta bueno, y más cuando en todo este tiempo me reusé a ir justamente por eso, por sentir que mi lugar ya no estaba ahí, porque todo estaba cambiado... desde mi familia hasta mis amigos/as.

Es que es imposible que todo quede estático, tal cual uno lo dejó el día en que se tomó un bondi para empezar un nuevo camino. La gente cambia, los lugares cambian, las costumbres cambian. Y al choque de encontrar todo tan cambiado una persona tan pero tan sensible como yo (me hago cargo, so what??) me quitaba las ganas de volver. Sumado a otros factores externos claro, tampoco es que tenía fobia a volver, sino que no se me daba.
Todo esto no quiere decir que de ahora en mas voy a ir una vez por mes, porque mi vieja se encarga de ganarme el lugar al venir aqui todos los meses a ver el vertiginoso crecimiento de mi sobri (es imposible no hacerlo, es un cuete y además es la primera baby en la flia despues de mi).

Pero que se yo, volví con otras energías. -Aunque ya esté tomando vitaminas porque el cansancio perdido no lo supero todavia, tengo 25 años y parezco mas bien una vieja de 70 llena de nanas- Si bien ando tal cual se muestra mi homóloga Mafalda en la imagen, tengo una sonrisa clavada en la cara desde que volví.

Increible con tan poco estar tan contenta...

Increible que me haya puesto a escribir estas cosas... ¿?

Increible que la felicidad me quita la inspiración para escribir cosas decentes!!!

Parece que tengo que estar con alguna molestia o algún dolor para escribir cosas medianamente buenas... sino sale esto.

Lo meloso no es mi fuerte, asi que Mafalda se va a dormir.

martes, 16 de octubre de 2007

Cero a la Izquierda


Tal como muestra la imagen, mi documento muestra la falta de participación ciudadana a la hora de elegir candidatos. Sucede que nunca estuve en "mis pagos" para elecciones importantes. Como se puede ver, de cuatro sellitos, uno solo es de voto, el resto son justificaciones. Y eso que no justifique todas....
Así que por fin este año regularice mi situación domiciliaria y me enfrenté a los benditos caminos de la burocracia argentina. Armada de paciencia perdí cuatro horas de mi preciado tiempo (como buena argentina quejona, me quejo... carajo) yendo de una ventanilla a la otra, para que me pongan un rayón que aparenta ser una firma. -esto parece mas que un post, una queja de vieja de barrio jajaja-.
Lo cierto es -para no seguir aburriendo con cosas que nos pasan a todos y que no vienen al caso- que en mi afán por cumplir con mi promesa de votar, finalmente y despues de tanta justificación, termine por empecinarme con el preciado acto cívico. Tanto que hasta me imaginaba después de los resultados diciendo "menos mal que voté a este y no al otro" o al momento de hacerlo, entrar a algún aula llena de mesas solo para mi y sentir que los tengo cara a cara y que de mi depende su destino. Una sola vez en que la cosa es al reves, una es la importante y no ellos... en fin, cosas de ese estilo.

Ahora que descubro que mi sueño se hizo imposible (bue bue, no exageremos) me dicen que tendría que haber hecho un reclamo... UN RECLAMO... jajajaja, me hace acordar a cuando trabajaba en el Call Center y era YO quien decía cosas como "Bien Sr., yo ahora le tomo el reclamo y en unas 48 a 72 hs. hábiles Ud. tendrá una respuesta", cosa que nunca jamás pasaba por supuesto. El reclamo vendría a ser la supuesta solución a mi problema de algo que nunca se iba a solucionar, porque estoy segura que por mas que lo haya hecho, no hubiese podido votar, porque seguramente algún empleadote hubiese interrumpido la cadena burocrática que todo tramite/reclamo tiene.

¿Es raro no? Porque supuestamente en tiempo de elecciones los políticos se bajan los pantalones para conseguir votos, y alguien que realmente quiere votar no puede hacerlo por la lentitud en el sistema. Si con el fraude hasta los pobres difuntos votan, porque no puedo hacerlo yo???

Entonces confirmo así mi título. Soy un cero a la izquierda. Por lo menos en lo que a la participación refiere. Que lo pario... y yo que quería votarla a la Gordi...


domingo, 30 de septiembre de 2007

Hormiguero urbano

Y si, llega el domingo y uno busca la paz, el descanso y porque no, apagar el fuego "resaquero" de la noche anterior. Entonces armas el mate, compras el diario y buscas algún espacio verde que te conecte con la paz de la naturaleza.

Pero a veces te olvidas de un pequeño detalle: dentro de tanto cemento, lo verde atrae a la gente como el azúcar atrae a las hormigas.

Y esto me sorprende, porque siempre fue la clásica ir a la plaza de la Intendencia, al Parque Sarmiento, o a la Isla de los Patos. Pero parece que ahora ha llegado el nuevo hormiguero en el corazón de Nueva Córdoba. Si si, es el Paseo del Buen Pastor, en donde lo verde no se destaca mas que la fuente, o los bares y pasillos que la rodean. Pero parece que eso no importa, absolutamente todo el estudiantado que rodea la zona, llega hasta los pocos pedacitos de pasto que con tanto ahínco puso el Sr. De la Sota, pensando en que quedaba bien para adornar a su tan ansiada obra.

Entonces, con el mate y el diario a cuestas, decidís caminar un poco mas, previo comentario al pasar por la congestión de hormigas al estilo de "parecen desesperados por un poco de pasto, y al final están mas amontonados que sardinas...loosers, yo me voy al parque que tengo mas lugar para elegir".
Ete aquí que en cuando estás llegando al parque ya sentís el resonar de los caños de escape de las motos, motitos, mototas, motototototas y algún que otro auto tuneado. Y entre tanto ruido, cada tanto se distingue el son del cuartetero de moda (desconozco quienes son los actuales) que viene de unos super parlantes preparados para recitales al aire libre pero puestos adentro de un baúl, y hasta en las mismísimas motos. Antes de que te des cuenta, a la obviedad te la dice tu acompañante: "Es que aquí vienen los de córdoba capital, y al Buen Pastor van los estudiantes".

Wherever...

El punto es que un domingo a la tarde, no hay lugar en la cuidad a donde encontrar la calma. Sólo te podes conformar con esquivar autos, motos, gente, perros, palomas, basura, vómitos, comida tirada en el piso, mas motos, mas autos, mas motos y mas motos... hasta que podes llegar a algún lugar en donde no tengas a nadie que te esté tirando el humo del pucho en la cara, ni escuchando lo que hablas, ni teniendo que escuchar vos lo que habla. Por fin, encontrás la parcelita de pastito infectado de pulgas, restos de yerba y colillas que tanto buscabas. Nada puede con tu propia calma, difícil... pero se encuentra.