lunes, 27 de agosto de 2007

El Click


Siempre fui amante de los animales. De chiquita me enternecía todo lo que esté relacionado a ellos. No hay una causa específica de porque no pude estudiar una Carrera afín al tema. Pero al margen de no haber podido dedicar mi vida profesional a su cuidado, siempre me puse como objetivo hacer algo por ellos, ayudarlos y salvarlos de los maltratos de la gente que no tiene cerebro ni corazón. Pero no sé porque nunca encontré la manera de hacerlo, sólo me quedaba (y me quedo) con la sensación de impotencia y dolor (si, dolor) de ver a un perrito indefenso, enfermo, o sólo en la calle, y de ver tantas injusticias y maltratos hacia ellos.

Y esto no es puro palabrerío.

Mi dolor y mi pena por ellos está bien fundamentada, al diferenciar lo que me pasa por ejemplo con la gente de la calle (contra quienes tengo otra opinión, que no voy a especificar precisamente aquí). Y la diferencia es que los animales no están contaminados de males humanos como el interés, la maldad, la perversión, y tantas otras porquerías que nosotros portamos. Basta con ver un poco los diarios para apoyar esto: el calentamiento global, las guerras, la desigual distribución de riquezas y lo mal organizado que está el mundo que genera por ejemplo la hambruna en África y la exagerada construcción de ciudades forradas de oro (a solo unos cuantos kilómetros de ahí). Y esto sólo como para enumerar algo, sin contar lo que pasa en nuestro país.

El click en mi cabeza llegó infortunadamente al ver una realidad casi desconocida con este video. Y esto porque nunca me imagine que podía haber tanta maldad en el hombre, tanto odio injustificado hacia seres que viven sólo para alimentarnos. Evidentemente estos tipos no tienen idea de lo que es el respeto por los animales, como lo hacían (y lo hacen) muchas tribus indígenas. No tienen idea de que en el siglo en que vivimos, así como existen los derechos del hombre, existen los derechos de los animales, y que la legislación sobre el tema esta regulada por leyes que los protegen. Una vez más viene esta imagen a mi cabeza.
Intentando buscar posibles respuestas al porqué de este excesivo maltrato injustificado, pensé en que en el afán de economizar recursos, se busca la forma mas económica de producir en masa a bajo costo, sin importar el sufrimiento de lo que ellos consideran OBJETOS y no animales. Otra razón, llevada a un nivel mas social que económico, es que estos inhumanos pueden sentirse mas fuertes demostrando su superioridad, en un ámbito en donde sí pueden hacerlo, porque seguramente en otros se sienten menos.

Sin dejar de lado que el hecho que comamos animales es algo natural y una cuestión de supervivencia, claro está que hay formas y formas de hacerlo. Si nosotros tenemos el "don" de la inteligencia y la conciencia, que es lo que nos hace superiores a ellos, tendríamos que tener bien arraigado, como lo hacían los ancestros de nuestros ancestros, que no podemos maltratar sin razón. Así como no podemos maltratar a otros humanos. Y mucho más cuando tenemos tecnologías que no lo permiten hacer que la cosa sea mucho menos dolorosa y hasta más eficiente, insertando por ejemplo el martillazo en la cabeza que desmaya a las vacas antes de ser carneadas.

Las leyes están al alcance de todos, las tecnologías también deberían estarlo. Sólo falta la correcta regulación para que se cumplan. Si las grandes empresas tienen controles de calidad y tantas otras estupideces, ¿porque no tienen los mataderos este tipo de controles y la puesta de recursos que minoricen el sufrimiento y maltrato? Ah si, ya se, porque los animales, y a los animales a nadie le importa. ¿Porque? Porque son animales, y no tienen ni voz ni voto en todo el asunto.

Quizás el click reforzó un sentimiento que yo ya tenía, quizás me hizo acumular tanta impotencia y bronca que hoy mas que nunca tengo ganas de hacer algo por ellos. De hecho, ya puse manos a la obra con una Protectora Local. Pero sólo es un poco de agua para apagar este dolor.



2 comentarios:

Miquita dijo...

Hola Mafalda, mirá en dónde te vengo a encontrar y a conocer un poco más. Me siento muy identificada con este clic... y desde que nací he sentido un profundo respeto por los seres no humanos, y un gran amor por los perros especialmente. En mi pueblo he visto como de chicos y sobretodo los varones tiene una relación de supremacía con todo bicho, durante las noches de verano los chicos acostumbraban a maltratar sapos, y por las tardes salir con la ondera a cazar pajaritos por diversión era tema común. "Son cosas de chicos", decían algunas viejas al pasar... pero esos chicos se hacen grandes y no hay forma de que alguna vez sientan el dolor de esos animales como propios, si es que alguna vez saben que los animales también sienten, nunca me dijo mi perro nada en mi idioma, nunca... pero hay otras formas de comunicación con estos seres... y se enseña, se aprende; mi mamá fue una gran maestra en ese idioma y le agradezco.

Mafalda dijo...

Miquita, gracias por tu comentario, ya me voy a dar una vuelta por tus pagos blogueros asi leo con detenimiento tus artes en la escritura blogueriana jajajaja
Coincido con vos, y es justamente por ver o tratar de entender su comunicación que a veces me siento tan mal al verlos. Experiencias asi tuve muchas (a un nivel comunicativo digamos) y a veces no sabes si realmente lo que captas de ellos es lo que es.
Saludos che